La relación entre el consumo de energía y la minería de criptomonedas es muy estrecha, por lo que algunos miembros de la comunidad Ethereum argumentan que Merge ha ayudado a reducir significativamente la cantidad de energía utilizada a nivel mundial.
Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, citó hace unos días al desarrollador Justin Drake para decir que el consumo mundial de energía disminuiría un 0,2% gracias a la fusión. Esta declaración, expresada de esta manera, asume que todos los mineros apagan permanentemente sus máquinas después de la fusión y dejan de minar.
Lo cierto es que se podría haber reducido significativamente el consumo eléctrico, pero no a nivel de la minería en general, sino de la energía que utiliza la red Ethereum en particular para su funcionamiento. Esto se debe a que el hardware utilizado para la minería en esta red, las tarjetas gráficas (GPU), no es único. Es posible minar una amplia gama de criptomonedas con el mismo hardware, por lo que muchos mineros simplemente han migrado a otras redes para reactivar sus plantas.
Extraer o no extraer, esa es la cuestión
Crypto-Currency reportó la salida de muchos mineros de Ethereum a las redes Ethereum Classic, Ravencoin, Neoxa y Ergo, entre otras. Estas redes vieron un marcado crecimiento en su tasa de hash en los días previos a la fusión, tanto antes como después. Sin embargo, la rentabilidad de minar estas criptomonedas es muy inferior a la que ofrecía Ethereum en su momento.
La combinación de una rentabilidad consistentemente más baja que Ethereum, un mercado de criptomonedas en caída, el aumento del costo de la electricidad en muchos países y el aumento gradual de las dificultades mineras con la llegada de más mineros, llevó a muchos de estos mineros migrantes a cerrar sus plantas nuevamente, como discutido por Crypto-Currency en un artículo reciente.
Por ahora, la predicción de Drake podría hacerse realidad y el consumo de energía de la minería después de la fusión se ha reducido significativamente. Sin embargo, el momento de la verdad llegará cuando cambie uno de los contras a los que se enfrentan los mineros. Puede ser un cambio en la tendencia del mercado, una caída en los precios de la electricidad o un ajuste favorable de la dificultad minera que nos permita medir cuántos mineros se han mudado definitivamente y cuántos simplemente han cambiado su consumo de energía a otra red.
