Mongolia se opone a la minería

Il minería de las criptomonedas continúa planteando bastantes dudas y problemas. El aumento del consumo necesario para la actividad de cálculo, gracias al cual es posible extraer los bloques, está causando muchos recriminaciones de ambientalistas, en un momento en que el tema del calentamiento global ha vuelto a agitar la opinión pública gracias a las iniciativas implementadas por Greta Thunberg.
De hecho, es un problema no secundario, si uno piensa que en Irán solo la actividad de extracción de tokens resultó en una aumento en el consumo de energía en el orden de 7%, instando a las autoridades a intervenir para ajustar las tarifas vigentes y cobrar más por quienes utilizan los recursos en cuestión para la minería.
En los últimos días, sin embargo, se ha abierto un nuevo frente en este sentido, a saber, el representado por Mongolia. País en el que las autoridades gubernamentales han mostrado una considerable molestia por los problemas planteados por esta actividad, particularmente floreciente dentro de las fronteras nacionales gracias a tarifas de energía muy asequibles.

Un país muy atractivo para las empresas mineras.

Mongolia es una especie de paraíso para quienes trabajan en el sector minero. Para hacerlo así son las tarifas de energía, mucho más bajo que los vigentes en muchos otros países, lo que ha llevado a muchas empresas del sector a establecer sus propios sitios allí.
Ahora, sin embargo, la situación podría cambiar radicalmente. Según un informe reportado por ChainNews, las autoridades locales tendrían la intención de eliminar cualquier tipo de facilitación a favor de la minería. Una decisión resultante de la observación de que se trataría de actividades pseudo financieras no relacionadas con la economía real. De ahí la decisión, tomada en concierto entre la Oficina Financiera, las del Ministerio de Industria y Big Data, la Comisión de Desarrollo y Reformas, y el Departamento de Seguridad Pública, que no dejó de plantear preguntas importantes sobre el destino de la minería en Mongolia.

¿Qué va a pasar ahora?

El repentino ostracismo decretado contra la minería se produce a pesar del hecho de que Mongolia ha visto en los últimos meses un buen número de empresas que llegan a su territorio, que han establecido sus propias granjas allí.
Sin embargo, debe especificarse que el país no se mueve desde una perspectiva de cierre tecnológico. De hecho, las autoridades locales han manifestado al mismo tiempo que quieren favorecer la computación en la nube, el big data y la tecnología Blockchain, considerándolas claramente mucho más útiles para un desarrollo armónico de la economía real, a diferencia de las criptomonedas, vistas como pura especulación y poco más.
También se debe enfatizar que Mongolia tampoco oculta que la minería es una amenaza ambiental realcomo China Por lo tanto, no es sorprendente que el gobierno local haya decidido crear un marco menos favorable para las industrias del sector, favoreciendo actividades tecnológicas menos peligrosas desde un punto de vista ecológico. Ahora queda por ver si Mongolia (y China) no decidirán ahora llevar esta actitud al extremo, al decidir elevar un aviso real para minería